Con música electrónica de fondo, un año más, el festival Sónar se reserva un espacio para dar cabida a proyectos más vanguardistas relacionados con la música en su sección Plus o Sónar+D. Con la intención de mejorar las soluciones presentes o dar respuesta a las demandas que el mercado va generando a golpe de madurez, el denominador común entre todas estas iniciativas se encuentra en la relación entre tecnología y creatividad para afrontar la transformación digital de las industrias culturales implicadas. Distribuidos en cuatro plantas, se disputan la atención de los visitantes por entrar en el ranking de curiosidades del Sónar +D.
10. Para que la expectación no decaiga, una cuenta atrás desde el décimo puesto. Se trata de un proyecto catalán con una tecnología computacional única. El Barcelona Supercomputing Centre llegaba hasta la génesis musical a través de un ordenador que aprende a generar música a través de redes neuronales. Un proceso que tiene su punto de partida en ejemplos que las personas les van mostrando y encuentra su evolución en los algoritmos de machine learning de inteligencia artificial. Su inspiración tiene origen en las teorías científicas que, en los años 60, pretendían dar explicación al funcionamiento del cerebro.
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