El BSC-CNS y la Universidad de Delft han utilizado la supercomputación para diseñar una planta de selección, que hace posible que el polietileno y el polipropileno, los dos principales tipos de plásticos, se separen según su densidad.
El BSC-CNS y la Universidad de Delft han utilizado la supercomputación para diseñar una planta de selección, que hace posible que el polietileno y el polipropileno, los dos principales tipos de plásticos, se separen según su densidad. Y es que cada europeo lanza al año una media de 30 kilos de plástico. Antes de reciclar, el plástico se tiene que seleccionar, separándolo de otros materiales y clasificándolo.