Tras siete años en el NASA Goddard Institute ahora desarrollará la cátedra AXA de Tormentas de Polvo en el BSC.
El doctor en ingeniería medioambiental Carlos Pérez García-Pando regresa al BSC-CNS para desarrollar la cátedra AXA de Tormentas de Polvo, financiada por la fundación de esta compañía aseguradora. Desde 2009, Pérez ha desarrollado su carrera investigadora en el NASA Goddard Institute for Space Studies, el International Research Institute for Climate and Society, y el Departamento de Física Aplicada y Matemática Aplicada de la Universidad de Columbia, en Nueva York, Estados Unidos. El investigador lideró el equipo investigación sobre polvo mineral del BSC entre 2006 y 2009 y se reincorporará plenamente al centro en octubre, como líder del grupo de composición atmosférica.
Carlos Pérez García-Pando regresa a Barcelona como uno de los científicos cuya labor va a estar financiada por la fundación AXA, entidad que apoya el estudio de riesgos para promover la prevención. Concretamente, su programa de investigación ha sido seleccionado en el apartado de riesgos medioambientales y estará dedicado a ampliar el conocimiento de las tormentas de polvo, y su efectos sobre el clima y la sociedad.
La cátedra Understand and predict sand and dust storms to manage their impacts upon society and economy estudiará este fenómeno meteorológico extremo, que comporta perjuicios graves para la salud, el medio ambiente y la actividad cotidiana y económica en muchos países, especialmente en el norte de África y Oriente Medio. El objetivo de la cátedra es obtener un mayor conocimiento sobre los mecanismos que favorecen la emisión de polvo mineral en zonas áridas y su transporte a escala regional y global para mejorar los modelos de predicción. También persigue estudiar y cuantificar los efectos de estas partículas sobre la meteorología, el clima, la química atmosférica y los océanos, así como evaluar su impacto en sectores claves de la sociedad y la economía. La cátedra tendrá su sede en el Barcelona Supercomputing Center- Centro Nacional de Supercomputación, en cuyas instalaciones se encuentra ya el único centro regional de la Organización Meteorológica Mundial dedicado al aviso, asesoramiento y evaluación de las tormentas de polvo. La financiación de la cátedra es de 1,5 millones de euros repartidos en 15 años.
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