Simulaciones realizadas por el BSC concluyen que el aumento de vientos fríos en determinadas zonas del Polo Sur, parecen ser la causa más probable de este fenómeno.
Mientras el hielo marino (o banquisa) del Ártico se derrite cada vez más rápido, en sus antípodas, el Antártico, el hielo está ganando extensión año tras año. En septiembre 2014, al final del invierno austral, la superficie de hielo marino del Antártico superó los 20 millones de kilómetros cuadrados, cifra récord desde que existen mediciones fiables por satélite, a finales de los años 70.
Diversas simulaciones realizadas por un equipo de expertos del Barcelona Supercomputing Center, han analizado este fenómeno y concluyen que el aumento de vientos fríos en determinadas zonas del Polo Sur, parecen ser la causa más probable de este fenómeno. El estudio forma parte del informe “Explicando Eventos Extremos desde una Perspectiva Climática”, que lanza hoy la norteamericana American Meteorological Society.
El estudio, encabezado por François Massonnet, investigador post-doctoral de la Universidad de Lovaina y miembro del equipo de Ciencias de la Tierra del BSC-CNS, ha encontrado vínculos claros entre las zonas en las que el hielo oceánico aumentó en 2014 y el incremento de vientos fríos hacia estas áreas. “Las simulaciones y observaciones -afirma Massonnet- nos han permitido descartar otras posibles explicaciones y nos muestran que la hipótesis más probable es que estos vientos fríos, procedentes de zonas de temperaturas más bajas, sean los causantes del aumento de la capa de hielo el 2014”. Aun así, añade el investigador, “hay que continuar investigando qué causa estos cambios en régimen de vientos, y aún desconocemos si el aumento del hielo oceánico del Antártico que estamos registrando desde finales de los 70 es excepcional o forma parte de un ciclo más largo”.
Explaining Extreme Events of 2014 from a Climate Perspective
El artículo “The 2014 high Record of Antarctic Sea Ice Extent”, forma parte del informe Explaining Extreme Events of 2014 from a Climate Perspective que publica hoy la American Meteorological Society y que analiza cómo el cambio climático puede haber afectado la fuerza y la probabilidad de fenómenos meteorológicos extremos producidos durante 2014.