Considera necesario impulsar la adopción de principios de equidad, responsabilidad, confidencialidad y transparencia en las aplicaciones basadas en IA para aumentar la confianza y el compromiso a largo plazo de los ciudadanos.
El Barcelona Supercomputing Center – Centro Nacional de Supercomputación (BSC) insta a la Comisión Europea (CE) a promover los mecanismos eficientes que ayuden a valorar los riesgos éticos de las tecnologías de inteligencia artificial (IA). El BSC ha remitido una declaración específica a la CE después de que ésta haya publicado el “Libro blanco sobre Inteligencia Artificial”, dirigido a fomentar un ecosistema europeo de excelencia y confianza en la IA. En este texto, se detalla el plan de la CE para desarrollar esta técnica de acuerdo a los derechos fundamentales de Europa.
El BSC ha recibido con entusiasmo esta publicación, ya que supone un paso adelante para situar a Europa al frente de esta tecnología. El centro pide también a la Comisión Europea que fomente la soberanía tecnológica no sólo en las áreas de IA y de la supercomputación. “Animamos a la CE a que se comprometa a establecer y mantener las condiciones apropiadas que permitirán un acceso continuo a los datos públicos, al conocimiento y la tecnología necesarios para la creciente investigación e innovación”, según se desprende de la carta del BSC. Dentro de este nuevo marco digital, los valores éticos, socioeconómicos, legales y culturales de Europa (en sus siglas en inglés, ELSEC) son la base de partida para una IA humanista. “Salvaguardar los valores y libertades europeos es un objetivo crucial para mantener nuestra identidad”, prosigue el texto.
En su escrito a la CE, el BSC también señala la necesidad de impulsar los principios de equidad, responsabilidad, confidencialidad y transparencia en las aplicaciones basadas en IA en ámbitos que requieran fiabilidad y seguridad. Para el Barcelona Supercomputing Center, estos principios son básicos para aumentar la confianza de los ciudadanos hacia los sistemas de IA.
En opinión del BSC, la CE debería fomentar mecanismos que ayuden a valorar los actuales riesgos éticos, especialmente los prejuicios derivados del uso de tecnologías basadas en IA. Asimismo, “conminamos a la CE a seguir desarrollando una estrategia fiable e innovadora que nos permita llegar a ser líderes internacionalmente tanto en IA como en computación de alto rendimiento. Animamos a los estados miembros a preparar planes, estrategias y procedimientos nacionales que se alineen con el común europeo”. El BSC cree que los programas de la UE deberían asignar y canalizar fondos sustanciales para poder abordar los retos de IA y de supercomputación para evitar que la diferencia de gasto con EE. UU. y China sea más amplia.