Los fenómenos meteorológicos extremos que está sufriendo el mundo estas semanas ponen de manifiesto la urgencia de comprender sus cambios previstos en el futuro y mitigar en la medida de lo posible el peligroso calentamiento global.
Investigadores del Barcelona Supercomputing Center han aportado algo de luz a la ocurrencia de fenómenos extremadamente cálidos y secos a escala mundial.
Sus resultados muestran que el riesgo de que sucedan estos fenómenos aumentará significativamente en las próximas décadas en muchas regiones del mundo y ponen de relieve la importancia de adoptar las estrategias necesarias para reducir los impactos del cambio climático antropogénico.
En el contexto general de calor extremo mundial, investigadores del Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) contribuyen a aportar algo de luz a la ocurrencia de fenómenos extremos de calor y de sequía a escala mundial. Un estudio reciente liderado por el BSC pone de relieve que el riesgo de que ocurran episodios de este tipo aumentará significativamente en las próximas décadas en muchas regiones del mundo. Los resultados apuntan a la necesidad de adoptar estrategias más urgentes para reducir los efectos del calentamiento global y animan a los gobiernos de todo el mundo a prestar especial atención a la aplicación de medidas de adaptación adecuadas y a la puesta en práctica de políticas de mitigación contundentes para limitar el aumento de estos fenómenos extremos.
El estudio, dirigido por Paolo De Luca y Markus Donat, del grupo de Variabilidad y Cambio Climático (en inglés, Climate Variability and Change, CVC) del Departamento de Ciencias de la Tierra del BSC, muestra cómo se prevé que cambien estos episodios extremos de calor y de sequía, así como su coocurrencia ―los denominados eventos compuestos de calor-sequía extremos― en función de diferentes escenarios de emisiones en distintas regiones de la Tierra. Los resultados se han publicado en la revista Geophysical Research Letters.
En su estudio, los investigadores han utilizado modelos climáticos de última generación y analizaron cuatro escenarios de emisiones entre 1950 y 2100 para evaluar cómo se espera que cambien los fenómenos extremadamente cálidos, secos y los compuestos calor-sequía en comparación con las condiciones climáticas actuales. Los resultados mostraron que, según las previsiones, los eventos extremos cálidos aumentarán en gran parte de la superficie terrestre mundial a finales del siglo XXI en todos los escenarios de emisiones, y que los aumentos más significativos se producirán en aquellos escenarios con unas emisiones más elevadas, en las que no se han aplicado políticas climáticas. En cambio, los cambios en los eventos extremos secos dependen más de cómo se definen estos episodios. Aun así, si se tienen en cuenta las precipitaciones y la evapotranspiración, los fenómenos extremadamente secos seguirán aumentando en muchas zonas del planeta, especialmente en el centro y norte de Sudamérica, el Mediterráneo y el sur de África. En consonancia con el aumento de los episodios extremos de calor y de sequía, también los fenómenos compuestos calor-sequía aumentarán en la mayor parte del mundo.
Markus Donat, profesor ICREA y líder del grupo de Variabilidad y Cambio Climático del BSC, declaró: “Este estudio muestra claramente cómo la amenaza de la ocurrencia de estos eventos extremadamente cálidos y secos se intensifica y se hace más frecuente, lo que exige medidas de adaptación adecuadas. Pero los resultados también muestran que los peores cambios pueden evitarse aplicando las consiguientes medidas y políticas para reducir las emisiones de carbono procedentes de la quema de combustibles fósiles”.
“Es probable que los fenómenos compuestos de calor-sequía extremos, con consecuencias negativas para nuestras vidas, nos afecten durante varias décadas, y sus efectos van a empeorar. Nuestra investigación puede probar la ocurrencia de estos fenómenos y de sus cambios, pero no es suficiente. Deben adoptarse medidas de mitigación”, añadió Paolo De Luca, primer autor del estudio.
Contexto: Calentamiento global
Esta semana, el calor está batiendo récords en muchas partes del mundo. Europa, el continente que más rápido se calienta del mundo, se prepara estos días para algunas de sus temperaturas más altas jamás registradas. En el Valle de la Muerte de California, se alcanzaron los 53,3 ºC el domingo, y en China se registraron temperaturas superiores a los 52 ºC. El calor aprieta en muchos lugares del hemisferio norte. Estos recientes episodios extremos también han contribuido, por ejemplo, a que la temperatura media mundial haya superado por primera vez los 17 ºC. Otro ejemplo es el inusualmente caluroso Atlántico Norte de estas últimas semanas, con temperaturas superficiales en mayo 1,6 ºC más cálidas de lo habitual para la época del año, batiendo de manera considerable los récords anteriores.
El calentamiento global está exacerbando la aparición e intensidad de estas olas de calor estivales que, a su vez, también pueden coincidir con sequías en el mismo periodo. Estos fenómenos compuestos amenazan seriamente los sistemas socioecológicos, causando impactos aún más significativos ―como incendios forestales, pérdidas de cosechas y mortalidad relacionada con el calor― que los fenómenos extremos individuales. Pero los efectos de estos fenómenos compuestos dependen de dónde se producen: las disparidades en la incidencia y gravedad de tales fenómenos entre los hemisferios sur y norte resaltan la necesidad de estrategias de adaptación y mitigación adaptadas a las distintas partes del mundo.
Referencia: De Luca, P., & Donat, M. G. (2023). Projected changes in hot, dry, and compound hot-dry extremes over global land regions. Geophysical Research Letters, 50, e2022GL102493. https://doi.org/10.1029/2022GL102493.
- Pie de foto: Las olas de calor y los episodios de sequía extrema son cada vez más frecuentes a medida que el planeta sigue calentándose. Crédito: Royal Meteorological Society (RMETS).
Multi-model ensemble difference maps and global land average time-series of dry extremes. (a–b) Annual count of dry months computed with Standardized Precipitation Index 3-month index (spi3_dry
Multi-model ensemble difference maps and global land average time-series of compound hot-dry extremes. (a–b) Annual number of compound hot-dry extremes computed with daily maximum near-surface temperature and SPI3. (c–d) same as (a–b) but with SPEI3. Time-periods, stippling and time-series colors are as in Figure 1.