El proyecto del BSC titulado “Qbeast Utility Analysis to Market and Enterprise (Quake)” ha sido aceptado por el Horizon 2020 Future and Emerging Technologies Innovation Launchpad. Se trata de una de las 19 propuestas aceptadas de un total de 50 presentadas, y es la primera vez que el BSC presenta de forma exitosa una propuesta en esta convocatoria.

El proyecto Quake se propone preparar la herramienta Qbeast para el mercado. Qbeast es un sistema de indexado multidimensional escalable que permite una búsqueda altamente eficiente de datos. Por ese motivo, está orientado al Big Data, y es también muy útil para el entorno de la computación de altas prestaciones (HPC en inglés).

Qbeast también sirve como una herramienta transversal que aplica supercomputación interactiva y técnicas in situ para reinventar los flujos de trabajo tradicionales en simulaciones HPC. Puede ser aplicado en diferentes dominios, incluyendo dinámica de flujos computacionales (utilizados en sectores como el automovilísticos o eólico), simulaciones de dinámica de moléculas (sector farmacéutico), prospecciones geológicas (sector petrolífero) o predicción meteorológica (protección civil). Esta herramienta ha sido desarrollada por los investigadores Cesare Cugnasco y Yolanda Becerra del grupo del BSC Autonomic Systems and e-Business Platforms.

“Vemos buenas oportunidades para Qbeast en los mercados de la biotecnología y de la inteligencia artificial. Para empezar, tenemos el primer prototipo disponible que puede ser usado para explorar posibilidades en el mercado de la biotecnología” dice Raül Sirvent, investigador sénior en el departamento de Ciencias de la Computación del BSC y líder del proyecto Quake. “Qbeast es también una herramienta potencialmente disruptiva en el mercado de la inteligencia artificial por sus innovaciones científicas”.

Los objetivos del proyecto son:

• Desarrollar un conocimiento claro de los mercados potenciales para esta tecnología
• Desarrollar un prototipo que sirva como muestra para el alcance del mercado de la inteligencia artificial, así como explotar el prototipo ya existente desarrollado para el sector de la biotecnología y
• Finalmente, crear un amplio plan de negocio que perfile los pasos relevantes necesarios para lanzar esta tecnología al mercado a través de la creación de una empresa spin-off.

El Dr. Sirvent tuvo el soporte de la unidad de transferencia tecnológica del BSC que contribuyó en definir la estrategia de negocio e identificar los mercados potenciales. La unidad de transferencia tecnológica, que forma parte del departamento de Soporte a la Investigación, Transferencia y Divulgación (RSTD en inglés), ayuda a transferir el conocimiento y la tecnología desarrollada en el centro hacia la industria en todo el mundo, y promueve el uso de HPC por la industria local para así aumentar su competitividad.