Superordenadores e hidrocarburos, una simbiosis perfecta
Gracias a la unión entre Repsol y el BSC ha sido posible desarrollar grandes proyectos, que han favorecido el descubrimiento de importantes yacimientos de Repsol en todo el mundo. Los más recientes, en México y Brasil.
El descubrimiento de nuevos yacimientos de hidrocarburos se ha convertido en toda una aventura. Y es que el gas y el petróleo se encuentran en lugares más remotos, y para acceder a ellos es necesario el uso de una tecnología muy avanzada.
Por ello, Repsol ha dado un vuelco a sus sistemas tradicionales de exploración, desarrollando tecnologías de vanguardia como Excalibur y Caleidoscopio. Además, en su apuesta por la investigación tecnológica, la compañía lleva varios años colaborando con el Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS), centro público de investigación que cuenta con la ayuda de MareNostrum, uno de los superordenadores más potentes de Europa.
Y es que el superordenador MareNostrum tiene una potencia tan increíble que es capaz de alcanzar los 1.100 billones de operaciones por segundo (1,1 petaflop), algo que ha permitido procesar un gran volumen de datos reales y ver con mucha rapidez la calidad de los algoritmos generados.
Los avances continuos en el campo de las tecnologías de la información hacen pensar en el gran potencial de este tipo de herramientas para la industria energética, en la que un 25% de probabilidad de éxito en la exploración de un yacimiento se considera un porcentaje elevado. Todo ello pone de manifiesto las enormes ventajas que la supercomputación aporta para la industria.
Gracias a la unión entre Repsol y el BSC-CNS, ha sido posible desarrollar grandes proyectos, que han favorecido el descubrimiento de importantes yacimientos de Repsol en todo el mundo. Los más recientes, en México y Brasil.
Proyectos de vanguardia
En el caso de Excalibur, los investigadores del Laboratorio de Simulación Avanzada del Centro de Tecnología Repsol desarrollan primero los nuevos algoritmos para saber con la mayor exactitud dónde explorar y, después, gracias al acceso directo con el BSC-CNS, utilizan el superordenador MareNostrum para tomar decisiones más complejas.
Además, desde el Repsol-BSC Research Center, un centro de investigación creado conjuntamente por Repsol y BSC-CNS, se opera la segunda fase del proyecto Caleidoscopio.
Hoy en día se están desarrollando nuevos algoritmos de imágenes del subsuelo, capaces de tratar ondas elásticas y electromagnéticas. Estas ondas permiten visualizar las capas del subsuelo, conocer si hay hidrocarburos y en qué estado se encuentran.